25 noviembre, 2024

Una ingeniería política en permanente evolución

En tiempos donde los partidos políticos tradicionales se encuentran atravesados por una crisis sin precedentes, el multitudinario encuentro de la militancia de la Renovación Neo realizado en la localidad de Apóstoles marca un nuevo punto de inflexión en el escenario político.

La integración de expresiones libertarias al Proyecto Misionerista inaugura formalmente una nueva etapa de la historia política en la provincia en donde el blend ya es una realidad.

Por Nicolás Marchiori

Los cambios y las transformaciones son procesos dinámicos que están presentes en los sistemas políticos permanentemente. Conviven con una tendencia opuesta hacia la estabilidad, la inmutabilidad, que podemos identificar en los mismos sistemas.

Podemos afirmar que los sistemas políticos tienen un carácter interactivo, esto quiere decir que su identidad dependerá de la interacción continua de múltiples elementos. Estos pueden ser internos o externos al sistema, en el último caso hablamos del entorno.

Esta característica de los sistemas crea un escenario en donde la capacidad de comunicarse e interactuar, con lo que ocurre en su entorno, se convierte en fundamental para que pueda alcanzar un buen desempeño. Dicho esto, la mayor o menor destreza que posean para comunicarse con el entorno, determinará su eficacia y su capacidad para durar en el tiempo.

El éxito y la consolidación de los sistemas democráticos se debe a la facilidad con la que pueden interactuar con lo que ocurre en su exterior.

Las democracias han sido eficaces identificando los problemas y necesidades que existen en el entorno, pudiendo proponer mejoras y soluciones a las mismas.

La incertidumbre política que invade actualmente a las sociedades está generada por el temor a que los sistemas democráticos estén perdiendo la capacidad de comunicarse con el entorno, que ya no puedan identificar las necesidades y las problemáticas que existen en el exterior.

Según la “teoría de los conjuntos”, atribuida a Arthur Bentley y David Truman: “los individuos con intereses comunes actuarían de manera voluntaria para intentar promover dichos intereses”.

Esta teoría supone la idea de que los grupos tienden a actuar para apoyar sus intereses de grupo, siendo esta una derivación de su comportamiento racional. Esto se traduce en que si los miembros de algún grupo tienen un interés o un objeto común, y si todos estuvieran mejor si se lograra ese objetivo, los individuos de ese grupo actuarían coordinadamente para alcanzar dicha meta.

La realidad demuestra en estos casos que la teoría no está disociada de la praxis: las soluciones son necesariamente colectivas. Yendo, no tan lejos, en el tiempo ha quedado claro que ante la emergencia, la colaboración entre los individuos fue la única manera de estar preparados para hacer frente a la coyuntura.

Esta filosofía no es nueva, al menos para quienes ya vienen practicando el open source, para quienes entendieron que no hay desarrollo posible de una sociedad con éxitos estrictamente individuales. Esta impronta en el modo de hacer las cosas es una de las premisas de la transformación digital.

En el libro “El apoyo mutuo: un factor en la evolución”, el ruso Piotr Kropotkin enfatiza en la importancia de la cooperación, la reciprocidad y el trabajo en equipo para el desarrollo evolutivo de una especie. Como ejemplo, pone el comportamiento grupal en especies no humanas, como las abejas y las hormigas; éstas últimas no poseen, de manera individual, los conocimientos para la edificación de un hormiguero, sin embargo, en conjunto hacen uso de la inteligencia colectiva para llevar a cabo su proyecto.

Entre las características que se han descrito de esta clase de inteligencia, está la auto-organización, un estilo participativo, la adaptación constante a los cambios en el entorno, el trabajo en equipo y el comportamiento social interactivo.

A través de la inteligencia colectiva es posible aprender a formular nuevas soluciones a los problemas estructurales que la sociedad individualista nos ha puesto enfrente. En este contexto, colaborar es una magnífica oportunidad para evolucionar como sociedad, además de plantear la posible evolución colectiva entre los ciudadanos.

Interpretar los nuevos tiempos

La socióloga e investigadora del Conicet Melina Vázquez sostiene en el libro “Está entre nosotros” que los fenómenos políticos suelen despertar el interés académico o mediático al calor de las dinámicas electorales sorpresivas o de grandes protestas callejeras que colocan el foco (casi siempre de forma temporal) en un tema o asunto considerado relevante. La sorpresa con el “fenómeno Milei” y el vínculo con sus seguidores sigue este criterio.

Según Vázquez, la perspectiva histórica de este capítulo político invita a poner entre paréntesis las narrativas de la novedad permanente, pero, a la vez, toma nota de las transformaciones y los puntos de inflexión de las relaciones entre juventudes y derechas al compás de dinámicas sociales más amplias.

Los jóvenes que militan en espacios de La Libertad Avanza o en torno a la figura de Milei pueden interpretarse en una genealogía más larga. Son hijos del kirchnerismo: aprendieron a participar al calor de programas y políticas públicas que ampliaron derechos políticos y los llevan a reivindicar para sí el voto joven, el derecho a elegir o a ser elegidos. Pero también al calor de esos derechos, incorporados por medio de dispositivos escolares, identificaron la escasa escucha del anterior gobierno de la que fueron objeto en tiempos de pandemia y aceptaron la invitación del autoproclamado león a rugir en las calles.

También, en parte, son “hijos despeinados” del macrismo. Hicieron suyos los principios meritocráticos y radicalizaron sus ideas a la derecha de la derecha. Una que se distancia del discurso antipolítico -que se sustrae de los clivajes de izquierda y derecha- y que se reivindica “picante” por medio de un lenguaje plebeyo y generacional que les permite gritar sin vergüenza: “somos jóvenes de derecha, ¿y qué?”.

Remarca Melina Vázquez en este recomendado libro que más allá de las urnas, el verdadero éxito de los grupos juveniles de derecha se observa en la articulación entre prácticas políticas y culturales que modelan la experiencia generacional. En este sentido, deben considerarse las acciones visibles y contundentes en las calles.

El uso de símbolos que representan tradiciones disputadas y recreadas en nuevos universos de sentido, como las banderas de Gadsen combinadas con las de la Argentina y la serpiente con la consigna “No me pises” para manifestar su repudio a la gestión de la cuarentena por parte del gobierno de Alberto Fernández, y para tramitar su posición a los políticos en general.

La incorporación de símbolos de las movilizaciones populares, el uso de remeras y pines con los que representan figuras y consignas como la dolarización, o que exaltan las figuras de Juan Bautista Alberdi y Donald Trump. La movilización de estéticas del rock en encuentros, actos callejeros y actividades proselitistas en las que los jóvenes alzan sus puños al grito de “viva la libertad, carajo”, sostienen bengalas de color amarillo en sus manos, entonan canciones que no sólo musicalizan, sino que articulan mensajes y construyen sentidos: “yo soy el león, rugió la bestia en medio de la avenida… panic show a plena luz del día”.

Las gorras con las inscripciones en inglés “Make America Great Again” que se traducen y adaptan al contexto local con “Hagamos Argentina Grande de Nuevo”, las camperas negras de cuero, las motosierras de cartón, las gigantografías del billete de cien dólares, los cánticos contra “la casta” y a favor de “que se vayan todos”.

La exacerbación de una forma de comunicación política que desconfía de “periodistas ensobrados” y se vale del uso de las redes sociales como lugares de encuentro; el uso de los memes y del humor político en posteos de Twitter o Instagram, la difusión de ideas por canales de YouTube o Tik Tok; la discusión en línea hasta altas horas de la noche sobre temas de coyuntura en salas de Twitter; el uso de lenguaje soez con el que se mofan del lenguaje inclusivo y de la “corrección política” o la revitalización de discursos sobre el pasado reciente en el que las viejas agendas de las derechas, asociadas a grupos de “memoria completa”, se recrean con un lenguaje generacional.

Vázquez considera que entender y reconstruir todo esto se vuelve inevitable si queremos interrogarnos por los jóvenes que dan su voto de manera inesperada o que militan por la derecha de la derecha. Comprender estas dinámicas, mucho más eficaces y persistentes que los tiempos de la política, es la única condición para dimensionar el peso de una contra cultura política de derecha que es generacional, masiva y popular.

El blend es la síntesis de la evolución de la política misionera

Tiempo atrás, en una reunión de referentes de la Renovación Neo que contó con la presencia del conductor del espacio Carlos Rovira, el por aquel entonces gobernador de la provincia y actual presidente de la Cámara de Representantes Oscar Herrera Ahuad sostuvo, visiblemente emocionado, que los dirigentes renovadores tienen la bendición de la historia de haber nacido políticamente en ese espacio y con la conducción del ingeniero Carlos Rovira, “alguien que siempre tiene la palabra justa y da certezas respecto hacia dónde hay que ir”.

En aquella oportunidad, también destacó “la conducción, el orden en la política, la respuesta hacia una línea que genera certezas y genera confianza es el modelo que se impone en una sociedad, no hay posibilidad que la sociedad empatice con alguien si no hay confianza. Y esa confianza se da en la política cuando hay una conducción sólida”.

Rovira ha demostrado sobradamente que es un gran intérprete de los momentos de la historia, cada uno de los hechos que se fueron sucediendo en el devenir histórico dan fe de ello. Con visión estratégica y prospectiva, siempre se ha adelantado a los acontecimientos. Su apoyo permanente a toda la dirigencia de la Renovación y sus aportes han permitido al gobierno superar todos los escollos que se antepusieron en el camino, como así también lograr los mejores resultados posibles en materia de gestión.

El liderazgo y el perfil de estadista de Rovira lo transforman en el alma máter de un modelo político que ha revolucionado la historia política de Misiones y sigue transformando la provincia.

Con esa formidable capacidad de lectura de escenarios, interpretó que el principal escollo que tiene la política en todo el mundo, de todos los partidos políticos es la participación de la juventud, una cuestión muy difícil de resolver y que representa un activo muy importante en la configuración de las sociedades.

Tal como destacó en la previa de la contienda electoral nacional de 2023, en donde el economista libertario Javier Milei llegó a la Presidencia de la Nación, ningún espacio político había asignado tanta importancia y sentido estratégico a los jóvenes como la Renovación Neo.

En ese sentido, la figura emergente de Lucas Romero Spinelli no es casual, se trata de la mejor síntesis de la perspectiva evolutiva de la provincia. De la mano del actual vice gobernador misionero, el Frente Renovador de la Concordia inició un proceso refundacional sin igual que dio paso a lo Neo en donde chicos y chicas han venido a aportar nuevas ideas acompañadas por la fuerza movilizante de la juventud.

Pero allí no termina todo, bajo la conducción de Carlos Rovira, el Frente Renovador de la Concordia se ha desarrollado mediante una ingeniería política que tiene como característica saliente la evolución permanente, característica que le aporta un diferencial que le permite adaptarse a las vicisitudes de la historia en tiempos de una sociedad líquida.

Dicho esto, no debemos soslayar que las elecciones presidenciales pasadas que convirtieron en Presidente de la Nación al economista libertario Javier Milei produjeron un reseteo de la matriz política.

En este contexto, los jóvenes que fueron claves en el triunfo electoral de Javier Milei en Misiones hoy demuestran una marcada inclinación hacia la Renovación Neo. De esta forma, el espacio conducido por Carlos Rovira incorpora al liberalismo a lo largo y ancho de la provincia, concretando así una amalgama del presente y del futuro, entendiendo los libertarios que el blend es el único espacio que garantiza la evolución política ascendente de los jóvenes.

El encuentro de la militancia de la Renovación Neo el pasado viernes en la localidad de Apóstoles marca un nuevo hito en la historia política misionera, tanto por la masiva concurrencia como por la pluralidad de actores que fueron protagonistas de un nuevo hecho que evidencia la evolución política permanente del espacio conducido por el ingeniero Rovira.

La multitudinaria convocatoria reunió a históricos dirigentes, referentes Neo y nuevos protagonistas con ideas libertarias que ven en la Renovación Neo al espacio más propicio para desarrollar sus ideas, sus propuestas y consecuentemente trasladarlas al campo de la acción para poder concretarlas.

En este contexto, el Blend se ha transformado en una realidad y representa el paraguas que contiene a todos aquellos jóvenes que buscan ser protagonistas de la historia grande de la provincia.

Otro hecho que tuvo un fuerte impacto político durante la semana pasada fue la aplastante victoria de la Renovación en las elecciones de la Cooperativa de Oberá (CELO), donde la contundencia del resultado confirmó el nítido respaldo al modelo político impulsado por el oficialismo provincial a la vez que se plasmó un claro rechazo a la lista donde convergen dirigentes referenciados con el indefinido dirigente Pedro Puerta, Martín Goerling y Florencia Klipauka.

La sociedad obereña demostró ser consecuente con lo que cada espacio político le aporte en sentido concreto: trabajo, compromiso, cercanía y pertenencia. Tras los escándalos en la gestión anterior que dejó al borde de la quiebra a la Cooperativa y que estaba íntimamente vinculada al extinto espacio de Juntos por el Cambio, se produjo el desembarco de una gerencia profesional y seria que políticas y una agenda de trabajo guiadas por la conducción que dio orden a la administración de entidad. Posteriormente, se abrió el proceso electoral para que los verdaderos dueños, que son los socios, retomen el control y marquen el camino a sus dirigentes.

La política marca el camino pero, como siempre se sostiene desde la Renovación Neo, el poder está en la gente y es la gente quien finalmente decide.

Por Nicolás Marchiori: Abogado. Diplomado en Manejo de Crisis y en Análisis de Procesos Electorales. Especializado en Comunicación de Gobierno y Electoral. Becario de la Fundación Konrad Adenauer (Alemania) y del Centro de Análisis y Entrenamiento Político (Colombia).

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