Pereyra: “Le pagaban cuotas de $1.000, $1.500 y $2.000 por semana”

Se agrava el conflicto salarial y laboral con la empresa Minicuotas Ribeiro, que mantiene una abultada deuda con sus trabajadores en Apóstoles y todo el país, Ana Pereyra, la responsable del sindicato de Comercio de Apóstoles, comentó Visión hoy.

“Esta situación viene sucediendo desde hace más de 2 años que empezó el conflicto digamos con la empresa y sus empleados, que en aquel momento eran 14 empleados y bueno se fue estirando ellos hacían convenios desde el ministerio de trabajo de Buenos Aires, ahí Ribeiro y las cámaras empresariales llegaron a un acuerdo, los sueldos pagados en mal terminó, porque habían presentado un recurso de amparo porque estaban por quebrar, cuando llegó la pandemia la situación de los empleados de Ribeiro empeoró no cumplieron con los convenios establecidos, bueno el gremio desde su parte de hacer el reclamo a quién correspondía, constantemente teníamos que estar presionando para que se pueda cumplir con los sueldos de los empleados de comercio y fueron renunciando, al día de la fecha quedaron 8 empleados nada más y ellos tomaron la decisión de renunciar porque es insostenible la situación y ellos tenían que cumplir un horario laboral donde le impedía a ellos seguir trabajando de sus emprendimientos que tenían en algunos casos para poder solventar su casa porque no estaban cobrando su salario de manera idónea porque le daban cuotas de $1000, 1500  y $2000 por semana, obviamente que en ninguna cabeza cabe que eso alcanza para para solventar la economía familiar”.

Sobre la situación de la sucursal de Apóstoles, Pereyra apuntó que “Nosotros estuvimos hace más o menos de 2 años antes de que empiece esta situación en Ribeiro en una reunión  en Posada y se hablaba muy fuerte el tema de estas grandes empresas de venta electrodomésticos en cuotas, desde sacar todas las sucursales digamos de las diferentes localidades para vender su mercadería online, porque esa es la nueva modalidad ahora de venta digamos, entonces ellos se ahorrarían alquileres y sueldos, el mecanismo que hicieron era cansar a los empleados para qué lleguen a este fin que era realmente lo que nosotros no queríamos que terminen renunciando porque un juicio laboral sabemos que hoy en día demora una barbaridad y toda la deuda que ellos quedaron con los empleados eso quedó todo colgado porque no solucionaron nada”.

“La verdad que eso pasó en todo de todas las otras sucursales tanto Cetrogar como Musimundo en las ventas de electrodomésticos y celulares y todos más que se incrementaron en la pandemia por el cierre de fronteras digamos pero Ribeiro tuvo la particularidad de que no le mandaban mercadería o sea ellos estaban sin mercadería para vender fueron vendiendo lo puedo que tenían, después le cortaron el tema de los créditos “Las mini cuotas” ya no existían, los clientes de muchos años de Ribeiro tenían que pagar al contado, entonces Esos fueron perdiendo clientes, lo que me decían los chicos que ellos por ahí con la recaudación que tenían de las me las cuotas que iban pagando por ahí ellos se pagaban sus sueldos hasta que ya no tienen más para cobrar, porque acordarte que hace dos años que esto viene así y ya no vendieron más en cuota y las cuotas se iban terminando y ya no hay plata de dónde sacarlo poco que ellos podían rescatar digamos para cobrarse su salario adeudado”.