Las consultoras encuestadas por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) midieron una inflación de 9% en abril y pronosticaron un descenso a 7,5% para mayo. A partir del quinto mes de 2024, se enlentecería el proceso de desinflación.
Así se desprende del último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del que formaron parte 39 participantes que calcularon un Índice de Precios al Consumidor (IPC) de 161,3% para todo el año. Respecto del IPC núcleo, que no tiene en cuenta aumentos estacionales, el conjunto de los encuestados ubicó sus previsiones en 145,1% para 2024.
En cuanto a la dinámica inflacionaria de los próximos meses, las predicciones dibujaron una escalera descendente: junio (6,8%), julio (6,3%), agosto (6%), septiembre (5,8%), octubre (5,2%). Como puede observarse, la baja del costo de vida se estancaría hacia diciembre.
El dato oficial de abril será dado a conocer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) el martes 14 de mayo y tanto el Ministerio de Economía como las principales compañías privadas que se dedican al estudio macroeconómico anticipan el regreso a guarismos de un dígito. La última vez que se registró una sola cifra fue en octubre de 2023 (8,3%).
Por otra parte, las firmas relevadas anticiparon un dólar oficial promedio de $886,6 en mayo, lo que se traduce en una caída de $43,4 respecto al REM anterior. De esta manera, las consultoras dejaron entrever que creen en el crawling peg -microdevaluación controlada- de 2% mensual dispuesto por el BCRA.
En tanto, para junio previeron un tipo de cambio nominal de $916,5. A contramano de la inflación, la trayectoria del billete verde iría en ascenso, aunque paulatino y en línea con los precios: $975 en julio; $1.045,1 en agosto; $1.103,5 en septiembre y $1.153,7 en octubre.
Por otra parte, los analistas consultados por el Banco Central vislumbraron una contracción de la actividad económica de 3,5% para 2024, manteniendo la perspectiva en relación con el relevamiento previo. Se trata de un escenario todavía más negativo que el planteado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) de caída del orden de -2,8%.
“La caída se habría concentrado en el primer trimestre, período para el cual quienes responden el REM estimaron una reducción trimestral desestacionalizada de 3,4% del Producto Interno Bruto (PIB)”, reza el fragmento del informe del Central dedicado a la economía.
Y suma: “De acuerdo con los pronósticos recibidos, el nivel de actividad dejaría de contraerse a partir del segundo trimestre del año y comenzaría a recuperarse en el tercero, con una suba de 0,6% trimestral. Para 2025, el conjunto de participantes del REM estimó un crecimiento promedio de 3,4% interanual”.
A propósito de la tasa de desocupación, los consultados adelantaron que trepará al 7% de la Población Económicamente Activa (PEA), implicando una reducción de 0,1 puntos porcentuales en la comparación con la encuesta de marzo. Asimismo, el promedio de los participantes espera que el indicador escale a 7,6% durante el último trimestre.
En términos fiscales, la proyección del superávit primario del Sector Público Nacional no Financiero (SPNF) se posicionó en $4.420 miles de millones para 2024 ($504 miles de millones inferior al REM previo). Cabe destacar que en el sondeo no se toma en cuenta la variable financiera de las cuentas fiscales.
Por último, las empresas de análisis macroeconómico y financiero proyectaron un amplio superávit comercial, explicado en buena parte por la recuperación del sector agro tras la sequía de 2023. Así, las exportaciones totalizarían USD78.966 millones y las importaciones USD62.897 millones, corrigiendo ambas a la baja.
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