La bajada del río Parana, afecta a localidades costeras de Corrientes, Entre Ríos y Santa Fé, que deja imágenes irreconocibles. En la conocida playa La Marcelina de Ituzaingó, encontraron peces muertos que reflejan las consecuencias que está sufriendo la flora y fauna del lugar.
Según el Instituto Nacional del Agua (INA), el nivel del río Paraná se encuentra en 0,20 metros, el peor registro desde 1944. Y comparado a esta misma fecha en 2020, el nivel del río estaba a un metro y en 2019, a 4,49 metros.
Esta baja histórica del Paraná se debe a que por tercer año consecutivo las lluvias son escasas en donde nace la cuenca del Paraná, en Brasil, lo que complica el caudal del río Paraguay y del río Paraná.
Vecinos de Ituzaingó, se encontraron con una playa gigante producto de la bajante del río y peces muertos en la orilla del río Paraná. La preocupación aumenta a medida que pasan los meses y el caudal del río continúa disminuyendo y los efectos se reflejan en la flora y fauna del lugar.
La bajante del río Paraná
La organización ecologista El Paraná No se Toca advirtió que si continúa la bajante del río Paraná, por la escasez de lluvias en Brasil y Paraguay, en los próximos días “podría repetirse el pico histórico” del 2020 cuando alcanzó los 0,08 metros de altura.
El 22 de mayo del 2020 el río Paraná llegó a la bajante histórica de 0,08 metros en Rosario, «ahora estamos a 22 días de esa fecha, y el río marca hoy a 0,87 metros”, dijo a Télam Pablo Cantador, de la agrupación ecologista.
“De seguir cayendo en picada su caudal, pronto se repetirá el pico (de baja) del año pasado. Lo que se prevé es que en los próximos días la bajante del río será igual de pronunciada que el año pasado”, advirtió.
Luego agregó que de llegarse a esa situación, se complicará todo el sistema de cargas de buques en los puertos de la región y la logística de transporte por la Hidrovía Paraná-Paraguay.
“Toda la cuenca aguas arriba está en baja por la escasas lluvias en Brasil y Paraguay, estos datos nos indican que la bajante del Paraná puede superar a la del año pasado e incluso podría ser peor”, comentó.
Cantador agregó que “hace más de un año que cientos de pequeñas lagunas del humedal se quedaron sin agua, las plantas acuáticas se secaron y la fauna típica que vive en estos ambientes desapareció”.
“Las lagunas y arroyos están con pasto, pero ahora llega el invierno y lo secará, a diferencia de lo que fue en el 2020, que con la bajante del río quedó con el humedal y las plantas, que se secaron por la cantidad de incendios”, detalló.
El ambientalista dijo que en este último verano se advirtió “una merma considerable de aves que migran en esta estación”, y que en la zona del humedal “desaparecieron” aves acuáticas de lagunas y arroyos.
A raíz de las quemas y ahora por la bajante del río, el ecologista dijo que especies de aves, como el gavilán caracolero, “ya no se ven en las islas puesto que no hay caracoles, no tiene comida y ha emigrado a espejos de agua del interior santafesino o de Entre Ríos”.
Otras de las especies víctimas de la situación hídrica es el coipo o nutria, por la ausencia de lagunas y la falta de control en la caza furtiva.
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