22 noviembre, 2024

Estiman que la inflación de abril fue alrededor del 3,8%

Consultoras prevén una suba de precios minoristas entre el 3,5% y el 4% en el cuarto mes del año. Alimentos treparon por encima del 4,5%.

En marzo se dio el nivel de inflación más alto desde septiembre de 2019. La suba del 4,8% del Índice de Precios al Consumidor difundido por el INDEC superó todas las proyecciones. De hecho, el ministro de Economía Martín Guzmán había señalado que iba a ser “el más alto del año” y que se espera “una reducción a partir de abril”. En efecto, durante el mes pasado el incremento del IPC se habría desacelerado: consultoras privadas estiman que se ubicó entre el 3,5% y el 4%, con los alimentos creciendo por encima del nivel general (en torno al 4,5%).

“Esperamos una inflación cercana al 3,8%, desacelerando contra marzo pero aún con registros muy elevados. Alimentos daría nuevamente por encima del nivel general: nuestro índice de precios nos da una inflación en ese rubro de 4,4%, desacelerando bastante sobre la última semana, pero habrá que ver si es una dinámica que se mantiene o si vuelven a cobrar impulso esta primera semana de mayo”, señaló Julia Segoviano, economista de la consultora LCG, quien destacó que el aplazo en la suba de las tarifas se dio para “evitar el impacto en el índice de precios”, pero aclaró que a la larga deberán descongelarse y eso se trasladaría, indefectiblemente, a la inflación.

“Estimamos la inflación de abril en 4%. Alimentos volvió a ubicarse por encima del nivel general, pero también fue traccionado por el rubro de Salud, donde hubo un ajuste en las prepagas, como también por el aumento de la nafta, tanto para el transporte, como por el impacto de segundo orden en la cadena de costos de los diversos productos”, señaló por su parte Juan Pablo Di Iorio, de la consultora ACM, quien remarcó que “el aplazo del ajuste de tarifas y la menor tasa de depreciación, habrían traccionado a la baja” al IPC.

Durante buena parte de abril se observó una suba en los tipos de cambios paralelos que se tradujo en un aumento de la brecha. Algo que, en caso de sostenerse durante mayo, podría tener un impacto en los precios. “La brecha generalmente impacta en primera medida en la tasa de inflación de precios mayoristas. El impacto de los tipos de cambios paralelos sobre los precios estará medido por el grado de las restricciones a la importación, como también al control que tenga el BCRA en el mercado de futuros y la tasa implícita en el mismo. Porque básicamente se trata del mecanismo de cobertura del riesgo cambiario”, señaló Di Iorio.

En la misma sintonía, Segoviano subrayó: “El movimiento de las cotizaciones paralelas no tiene el mismo impacto que el del dólar oficial, tiene más rezago y es un impacto más indirecto. Sin embargo, vimos en octubre del año pasado que la fuerte suba de la brecha se trasladó parcialmente al IPC, así que una inestabilidad muy fuerte tendría cierta tracción (aunque mucho menor en comparación con una devaluación del dólar oficial). El tema es que con las restricciones del BCRA, las compras que se tengan que hacer al dólar paralelo toman como referencia ese valor, y ahí tenés un canal que puede pegar, sobre todo también en los precios mayoristas”.

Alimentos

El rubro alimentos tuvo durante abril, una vez más, una elevada incidencia en la suba del IPC. Por caso, según el relevamiento de la agrupación Consumidores Libres, el costo de la canasta básica trepó el mes pasado un 4,7% y acumula en lo que va del año un incremento del 18,5%. En abril, las carnes subieron un 6%, mientras que los productos de almacén treparon 4,8% y las frutas y verduras, un 1,3%.

Similar es el dato elaborado por Focus Market, que relevó un incremento de 4,5% en el rubro. “La realidad es que los alimentos siguen estando por encima del indicador general. Es cierto que están saliendo algunos productos de Precios Máximos, sin embargo el programa continúa vigente por lo menos hasta el 21 de mayo. Después veremos qué pasa de ese día, será clave para ver cómo terminan los precios de este mes”, señaló Damián Di Pace, director de la consultora, quien concluyó: “Además, entiendo que hay varios factores que generan que la inflación en alimentos siga evolucionando: como el aumento de la nafta, que impacta sobre el costo de distribución, y también hay ausencia de insumos o materias primas básicas para la producción. En un contexto donde producir en pandemia sigue teniendo un costo diferencial: básicamente porque tenés personal de riesgo que no puede trabajar y no está acudiendo a planta, más los aislamientos por covid. No es fácil producir y la situación de los alimentos es una de las más complicadas, a la cual se le suma el precio de los commodities a nivel internacional”.

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