El cabo de la fuerza provincial grababa los abusos. También, está acusado de haber abusado de su pareja y maltratado a sus otros tres hijos.
Un cabo de la Policía de San Luis, de 39 años, fue detenido acusado de haber abusado sexualmente de su pareja y de su hija menor de edad, además de haber sometido a maltratos al resto de sus hijos.
La investigación se inició en 2019, cuando la expareja de Jonathan Muñoz y madre de la víctima, le pidió al hombre que le prestara el celular porque el suyo se había roto pero cuando quiso usarlo, no pudo porque el dispositivo ya no tenía memoria. Fue entonces cuando la mujer, al tratar de eliminar archivos para descomprimirlo, se encontró sin querer con la imagen de una nena desnuda y al reproducir el video descubrió que era su hija.
La evidencia contra Muñoz era contundente. Él mismo se había grabado mientras sometía sexualmente a la menor. Pero además, su exmujer agravó la imputación al denunciar que también ella había sido víctima de abusos que incluían el uso de las esposas reglamentarias y prácticas que le causaban daños físicos severos y la llevaron a estar internada con riesgo de aborto cuando cursaba el embarazo otro de sus tres hijos.
Ante la evidencia, la jueza Penal N°3 de la ciudad de San Luis, Virginia Palacios, procesó al policía por “abuso sexual con acceso carnal agravado por causar un grave daño a la salud y por el vínculo y lesiones agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género”, contra su expareja, “abuso sexual gravemente ultrajante agravado por causar grave daño a la salud, por el vínculo y el aprovechamiento de la convivencia preexistente” contra su hija menor y por “lesiones agravadas por el vínculo en un contexto de maltrato infantil intrafamiliar” contra sus tres hijos varones.
El relato del horror
De acuerdo con la declaración que hizo la víctima en Cámara Gesell, su papá empezó a abusar de ella desde los 11 años, cuando su mamá se iba a trabajar y sus hermanos, a la escuela.
Aunque empezó a usar ropa más grande para ocultar su cuerpo creyendo que así el hombre dejaría de mirarla y de tocarla, se equivocó. Su calvario se extendió casi dos años hasta que el azar puso los videos de los abusos al alcance de su mamá en un descuido del abusador. “Me decía ‘sos mi segunda novia’”, describió la chica.
Si bien ella fue quien se llevó la peor parte, el resto de sus hermanos también contaron su calvario con el avance de la investigación. Los chicos señalaron que el acusado los maltrataba y los obligaba a limpiar y a cocinar mientras él estaba acostado, y si se les caía un vaso con agua, les pegaba. O los ponía mirando la pared y no los dejaba moverse ni para ir al baño. También manifestaron que si alguno de ellos se demoraba a la hora de ir a la escuela, los sacaba de la casa a empujones, así como estuvieran: descalzos y sin los útiles.
Según publicaron los medios locales, en uno de los allanamientos en el domicilio de la familia se encontraron mensajes escritos por el cabo que daban muestra de la manipulación psicológica a la que sometía a su expareja para lograr que lo perdonara después de cada ataque. “Te lastimé, me lastimé y peor lastimé a nuestros hijos”, decía uno de ellos.
TN
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