El pico de la enfermedad suele darse en primavera y afecta especialmente a bebés y niños menores de 5 años. Especialistas remarcan la importancia de la vacunación en un escenario donde la cobertura está a la baja.
Médicos pediatras advierten sobre un aumento de los casos de meningitis, una enfermedad cuyo pico suele darse en la primavera y que ha ido en aumento en los últimos años. En el marco del Día Mundial contra la Meningitis que se celebra cada 5 de octubre, los especialistas remarcan la importancia de vacunar a bebés y niños menores de 2 años.
“Aproximadamente el 50% de las meningitis son virales y el otro 50% son bacterianas, que son las más graves. Los datos que tenemos en Argentina no son actualizados; por ejemplo, en 2023 no tenemos datos. El último es de 2022, cuando hubo alrededor de 250 casos de meningitis bacteriana”, explicó la pediatra Florencia Nocita (MN 145313).
Aunque no hay cifras oficiales, los especialistas señalan que están viendo un incremento de casos desde la pandemia. “Una vez que se levantaron todas las medidas de restricción, más o menos a partir de 2022, se empezó a ver un aumento de las meningitis bacterianas”, aseguró Nocita.
La pediatra lo atribuyó, en parte, al descenso en las coberturas de vacunación, que “están más bajas de lo que uno esperaría o quisiera”. “Siempre se espera que sea por lo menos mayor al 90% para cada una de las vacunas del calendario. En el caso de las coberturas de 2023, las últimas publicadas, estamos mucho más abajo”, lamentó.
“En las primeras dosis, en los bebés, estamos alrededor del 80%. Pero después vemos que va bajando en las segundas y terceras dosis y ya para los refuerzos, que son más o menos entre el año y los dos años, están alrededor del 70%. Eso hace que no tengamos una protección muy buena con respecto a las enfermedades que son inmunoprevenibles”, señaló.
Las vacunas de calendario brindan protección contra cuatro subtipos de meningitis: A, C, W e Y. Sin embargo, no está incluida la vacuna contra el serogrupo B, que solo se otorga de forma gratuita a los pacientes con “mayor riesgo por alguna patología muy específica”; la gran mayoría debe conseguirla en el ámbito privado.
“Hoy en día más del 60% de los casos en el país son por el grupo B. En el caso de los lactantes, que son los más vulnerables, el 100% de los casos que llegaron al Instituto Malbrán tanto en 2022 como en 2023 fueron por el serogrupo B”, remarcó Nocita. Según explicó, la decisión de incluir la vacuna en el calendario depende del Ministerio de Salud y “seguramente está en discusión, pero siempre lleva un tiempo”.
Las vacunas contra la meningitis incluidas en el calendario son tres: la pentavalente, con dosis a los dos, cuatro, seis y 18 meses de vida; la del neumococo, a los dos, cuatro y 12 meses; y la del meningococo, que se da a los tres, cinco y 15 meses en los bebés, con una dosis de refuerzo en los adolescentes.
Cuáles son los síntomas de meningitis y por qué es importante consultar rápido
Nocita señaló que es importante que los padres estén atentos a los primeros síntomas de la enfermedad. “Lo más frecuente es que haya fiebre alta, difícil de bajar con antitérmicos, y que se va a acompañar de distintos síntomas dependiendo de la edad”, sostuvo.
“En los bebés va a estar acompañada de irritabilidad, somnolencia; un bebé que por ahí rechaza el alimento, los papás los ven distintos a lo que suele ser habitual en ellos. Y en los chicos más grandes van a notar un dolor de cabeza muy intenso, pueden tener náuseas o vómitos, rechazo a la luz, el cuello se pone más rígido”, detalló.
Otro síntoma importante que puede ocurrir a cualquier edad son las denominadas petequias. “Son puntitos en la piel violetas o rojos que, si estiro la piel, no desaparecen. Si aparece fiebre con estos puntitos que no desaparecen cuando los aprieto, hay que consultar rápidamente a la guardia”, alertó la pediatra.
En el caso de la meningitis bacteriana, la más grave de las dos, advirtió que “uno de cada 10 pacientes puede fallecer y uno de cada cinco pacientes que sobreviven puede quedar con secuelas”. Estas suelen ser bastante complejas, desde secuelas neurológicas, retraso en el desarrollo madurativo, sordera o hipoacusia hasta amputación de extremidades y complicaciones renales.
Nocita añadió que esta enfermedad evoluciona “muy rápido”. “De hecho, puede pasar que en las primeras 24 a 48 horas que comienzan los síntomas el paciente pueda fallecer. Por eso es importante consultar rápidamente, pero también lo que tiene que ver con el acceso a la salud, y esto hace que en la región la tasa de mortalidad y de secuelas pueda ser un poco mayor”, subrayó.
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