En diciembre del año pasado el 50% de los recursos se distribuía a través de intermediarios en tanto que en junio de este año ya el 82% de los recursos son transferencias directas a las familias, señala un trabajo del Ministerio de Capital Humano.
En el primer trimestre del año el 70% de los menores de 17 años eran pobres, proporción que se redujo a 66% en el segundo trimestre. Las acciones y políticas que se implementan para morigerar la situación de pobreza.
Con las mejoras dispuestas en la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Tarjeta Alimentar (TA) “el poder de compra combinado de ambas prestaciones llega al 97,7% de la canasta básica alimentaria, lo que mejora de manera notable la capacidad de las familias beneficiarias para cubrir sus necesidades esenciales”.
Así lo señala un informe dado a conocer por el Ministerio de Capital Humano en el que se analiza el problema de la pobreza en el país y las medidas que lleva adelante el gobierno en materia social. “Si no se hubieran implementados los aumentos de las prestaciones y sin el cambio de formula el poder de compra de la AUH se habría mantenido en un 27,3% de la canasta básica alimentaria”, señala el trabajo.
La pelea contra la intermediación fue uno de los objetivos que asumió la cartera de Capital Humano. Así, en diciembre de 2023, el 50% de los recursos se distribuía a través de intermediarios (Unidades Ejecutoras del Potenciar Trabajo, comedores y cooperativas), mientras que el otro 50% se destinaba de manera directa a las familias (AUH + Alimentar + 1000 días).
Para junio de 2024, esta distribución cambió significativamente, con un 82% de los recursos ejecutados mediante transferencias directas a las familias (AUH + Alimentar + 1000 días) y solo un 18% gestionado mediante programas sociales ahora des intermediados.
“La pobreza estructural en Argentina no surgió por las acciones de este gobierno”, sostiene el documento y señala que “los datos muestran claramente que las políticas económicas y sociales del pasado fracasaron de manera estructural, generando y perpetuando la situación a la que hemos llegado”.
De acuerdo con las mediciones del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina, en marzo la pobreza había alcanzado al 55,9% de la población y la indigencia a 20,3%. Sin embargo, estos registros muestran una mejora para el segundo trimestre ya que la pobreza bajó en junio a 49,4% y la indigencia a 15,9%.
El informe de la cartera que conduce Sandra Pettovello realiza un análisis histórico y recuerda que la tasa de pobreza aumentó 16 puntos porcentuales desde el segundo semestre de 2017 al segundo semestre de 2023 (25,7% a 41,7%). Para el mismo periodo la tasa de indigencia se duplicó (6,2% a 11,9%).
Destaca que “según el Banco Mundial, Argentina es el único país de la región que no logró reducir la pobreza en los últimos 13 años, aun cuando las políticas sociales del Estado se han multiplicado enormemente”. Un ejemplo de esto es que a partir de 2009 la cantidad de beneficiarios de programas sociales, de empleo y AUH casi se triplicó (una suba de 185%).
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