Adolfo Safrán, ministro de Hacienda de Misiones, advirtió sobre la falta de competitividad del mercado primario de yerba mate y la drástica caída del precio de la hoja verde. Resaltó la necesidad de que el INYM recupere sus funciones regulatorias para proteger a los productores minifundistas.
Adolfo Safrán, ministro de Hacienda de Misiones, expuso su visión sobre la situación actual del mercado yerbatero en la provincia. Afirmó categóricamente que «el mercado primario de yerba mate no es un mercado competitivo», subrayando los desafíos enfrentados por los productores minifundistas en un contexto de precios desregulados.
Ayer, el portal nacional Ámbito Financiero publicó una columna titulada «Crisis en la yerba: los problemas para los productores en tiempos de precios desregulados». En este artículo de opinión, se expuso la difícil realidad que atraviesa el sector yerbatero de Misiones debido al nuevo paradigma de desregulación impulsado por el Gobierno nacional. La columna destacó que, aunque la falta de intervención estatal puede fomentar el crecimiento y la competitividad en ciertos mercados, en el caso de la yerba mate, la pérdida de funciones del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) ha resultado en una drástica caída del precio de la hoja verde que reciben los productores.
Safrán explicó que la producción de yerba mate no se comporta como un mercado competitivo, sino más bien como un oligopsónico. Este tipo de mercado se caracteriza por una oferta de materia prima atomizada en miles de productores –alrededor de 13 mil productores minifundistas con un promedio de 25 hectáreas cada uno– y una demanda concentrada en cerca de 200 secaderos y 130 industrias molineras, que a su vez venden a no más de 6 o 7 grandes cadenas de supermercados.
Hasta el año pasado, el INYM regulaba este mercado con un precio mínimo fijado para los productores, lo que aseguraba una rentabilidad para los actores más vulnerables de la industria. Sin embargo, la actual lógica de precios desregulados ha provocado una caída significativa en el valor de la hoja verde. Safrán precisó: «En estos últimos seis meses, el precio de la hoja verde que recibe el productor minifundista se derrumbó de los $370 pagados en diciembre a cerca de $280 en la actualidad». Esta disminución, junto con la inflación acumulada, representa una pérdida del 60% en términos reales para los productores, afectando también los ingresos de los tareferos durante la época de cosecha.
Ante esta situación, Safrán destacó la necesidad de que el INYM recupere sus herramientas de intervención para corregir las distorsiones de un mercado que perjudica a los eslabones más débiles de la cadena productiva. Además, mencionó las medidas implementadas por el gobernador Passalacqua para contrarrestar la caída en el precio de la hoja verde, como la línea de créditos del Banco Nación con una tasa de interés bonificada del 19% TNA y garantía de warrant para secaderos y molinos. Esta iniciativa busca inmovilizar materia prima y sostener su precio para los productores.
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