21 noviembre, 2024

Una familia necesitó en junio más de $870.000 para no ser pobre

El costo de la canasta básica total subió 2,6%, por lo cual significó la variación más baja desde noviembre de 2021. El valor de la canasta alimentaria aumentó apenas 1,6%.

El costo de la canasta básica total (CBT), que se utiliza como umbral para medir la pobreza, creció 2,6% en junio, lo cual significó la variación mensual más baja desde noviembre de 2021. Con este aumento, una familia “tipo” necesitó 873.169 para no ser considerada pobre.

En paralelo, la canasta básica alimentaria (CBA), con la cual se sitúa la línea de indigencia, subió apenas 1,6%, el número más acotado desde junio de 2020, cuando la demanda estaba fuertemente deprimida por la cuarentena decretada a raíz de la pandemia de Covid-19.

De este modo, según los datos oficiales publicados este viernes por el INDEC, una familia compuesta por un varón de 35 años, una mujer de 31 años, un hijo de 6 años y una hija de 8 años, requirió $393.319 para no caer en la indigencia.

Las canastas subieron por debajo de la inflación general

Ambas canastas treparon por debajo del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que registró un ascenso del 4,6% durante el sexto mes del año.

La división de alimentos y bebidas del IPC del INDEC subió 3%. De las divisiones con mayor peso, las que más aumentaron fueron las de vivienda (+14,3%), restaurantes y hoteles (+6,3%) y salud (+4,7%). Por el contrario, el transporte y la vestimenta (que implícitamente pesan sobre la CBT) registraron avances por debajo del promedio, al igual que los alimentos.

Vale recordar que para estimar las canastas, el INDEC utiliza como referencia los requerimientos nutricionales de un varón de entre 30 y 60 años, considerado como “adulto equivalente”.

Para la CBA se seleccionan los alimentos y las cantidades en función de los hábitos de consumo de la población, a partir de la información provista por la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo) 1996/97. Dicha composición fue validada, en términos de la estructura alimentaria, con el patrón de consumo que surge de la ENGHo 2004/05.

Mientras tanto, para determinar la CBT se amplía la CBA, considerando los bienes y servicios no alimentarios, mediante un coeficiente que mide la relación entre los gastos alimentarios y los gastos totales observados en la población de referencia.

En el acumulado de 2024, la CBA trepó 63,4% y la CBT 76,1%, mientras que la inflación general fue del 79,8%. Asimismo, respecto de junio de 2023 el orden fue inverso: la CBA saltó 277,4%, la CBT 275,7% y el IPC 271,5%.

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