La Policía irrumpió, desalojó la vivienda y los cacheó a todos en plena vía pública. Las reuniones sociales están prohibidas.
Un joven de unos 20 años aprovechó este sábado que su madre le dejó la casa para él solo e invitó a 57 personas en lo que terminó siendo una fiesta clandestina prohibida por las restricciones dispuestas para mitigar el impacto de la segunda ola de coronavirus en Argentina. La Policía arribó al lugar terminaron todos manos arriba y contra la pared. Ocurrió en la localidad bonaerense de San Justo.
Al llegar al domicilio de Montañeses al 4.900, la Policía instó a que apagaran la música y abandonaran la casa. Ya en la vía pública, procedieron a identificarlos y cachearlos. Dos de los participantes eran menores de edad.
Minuto Uno
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